domingo, 26 de septiembre de 2010

Vicente Dopico: "El caos y la imagen"




En la obra de Vicente Dopico vamos a ver la expresión de las formas, usualmente humanas, llevadas a su máxima expresión de color-luz. Dopico es un pintor que, aunque se regocija en el dibujo debemos seguirlo atendiendo el color de sus creaciones, pues es ahí donde radica su mayor disfrute, ya que es a través del color que nos entrega todo su mundo de imágenes intimistas y perfectas.

En una ocasión Dopico dijo: “ Considero que una obra no es sólo la impresión de una imagen o color, o la combinación de ambos sobre una superficie, llenando el espacio de una pared. El arte, en este caso una pintura, es la manifestación emocional del artista que la produce, y su función principal es que el observador posible se convierta no solo en espectador sino en parte activa del cuadro.

Decia Mark Rothko: -Un cuadro cobra vida ante la presencia de un observador sensible, ante el cual se desarrolla y crece-, sin embargo yo creo que es responsabilidad del artista producir esa obra que contenga personalidad propia. Hay artistas que se abrazan al preciosismo y la técnica y dejan a un lado la verdadera esencia de la obra que es comunicar emociones.

Yo considero que si una obra no posee vida propia, y una capacidad para transmitir el sentimiento con que fue creada, carece de sentido artístico, aunque sea técnicamente perfecta, y su función no pasará de ser meramente decorativa”.

Roberto J. Cayuso

"El caos y la imagen" es un documental dirigido y editado por Roberto Cayuso y producido bajo el sello de Art Works Productions. En el mismo se muestran algunos de los aspectos más sobresalientes de la obra y la vida de Vicente Dopico Lerner, maestro de formas y colores.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Las obras de arte más costosas

"Nude, Green Leaves and Bust" por Pablo Picasso

$106,482,500 - Pablo Picasso (Nude, Green Leaves and Bust)
$103,800,500 - Alberto Giacometti (L'HOMME QUI MARCHE I)
$87,936,000 - Gustav Klimt (Portrait of Adele Bloch-Bauer II)
$86,281,000 - Francis Bacon (TRIPTYCH, 1976)
$82,500,000 - Vincent Van Gogh (Portrait du Dr. Gachet)
$80,549,390 - Claude Monet (Le Bassin Aux Nymphéas)
$79,304,700 - Peter Paul Rubens (The Massacre of the Innocents)
$78,100,000 - Pierre A. Renoir (Au Moulin de la Galette)
$72,840,000 - Mark Rothko (WHITE CENTER (YELLOW, PINK AND...
$71,720,000 - Andy Warhol (The New Spirit)
$60,502,500 - Paul Cezanne (RIDEAU, CRUCHON ET COMPOTIER)
$60,002,500 - Kasimir Malevich (SUPREMATIST COMPOSITION)
$52,309,990 - Amedeo Modigliani (Tête)
$47,585,330 - Raffaello Sanzio Raphael (Head of a Muse)
$46,048,160 - Henri Matisse
$44,367,880 - Joseph Turner (MODERN ROME - CAMPO VACCINO)
$39,241,000 - Paul Gauguin (te poi poi)
$39,241,000 - Fernand Leger (ETUDE POUR 'LA FEMME EN BLEU)
$38,162,500 - Edvard Munch (VAMPIRE)
$38,096,000 - Ernst L. Kirchner (Berliner Strassenszene)
$37,429,760 - Constantin Brancusi (Madame L.R. (Portrait)
$37,042,500 - Edgar Degas (DANSEUSE AU REPOS)
$35,202,500 - Georges Seurat (AU DIVAN JAPONAIS)
$33,641,000 - Lucian Freud (Benefits Supervisor Sleeping)
$33,029,030 - Edouard Manet (PORTRAIT DE MANET PAR LUI-MÊME)
$32,964,400 - Rembrandt Van Rijn (Portrait of a man...)
$32,656,020 - Giovanni A. Canal (VENICE, THE GRAND CANAl...)
$29,600,370 - Gino Severini (DANSEUSE)
$28,642,500 - Jasper Johns (Flag)
$27,702,500 - George W. Bellows (Polo Crowd)
$27,662,240 - Piet Mondrian (Composition in Blue, Red, Yellow and Black)
$27,120,000 - Willem de Kooning (Untitled XXV)
$26,896,000 - Edward Hopper (Hotel Window)
$25,783,060 - Jeff Koons (Balloon Flower (Magenta)
$24,417,180 - Antoine Watteau (La Surprise...)
$24,326,830 - Franz Marc (WEIDENDE PFERDE III (GRAZING HORSES III)
$23,962,740 - Andre Derain (ARBRES À COLLIOURE)
$23,816,000 - David Rolland Smith (Cubi XXVIII)
$23,561,000 - Yves Klein (MG 9)
$17,737,000 - Thomas Moran (Green River of Wyoming
$17,219,550 - Chaim Soutine (L'Homme au Foulard Rouge)
$17,065,000 - Joan Miro (LA CARESSE DES ETOILES)
$16,983,140 - Diego Velazquez (SANTA RUFINA)
$16,882,500 - Wassily Kandinsky (STUDIE ZU IMPROVISATION 3)
$16,816,000 - Max Beckmann (Self Portrait with Crystal Ball)
$16,256,000 - Roy Lichtenstein (In The Car)
$15,709,010 - Gerhard Richter (KERZE (CANDLE)
$15,416,000 - Norman Rockwell
$15,161,000 - Takashi Murakami (MY LONESOME COWBOY)
$15,053,760 - Domenico Zampieri (Saint John the Evangelist)
$14,757,120 - Daqian Zhang (Aachensee)
$14,601,000 – Robert Rauschenberg (OVERDRIVE)
$14,601,000 - Camille Pissarro (L'Hiver)
$14,600,000 - Jean Basquiat (UNTITLED)
$14,160,080 - Giorgio De Chirico (Il Ritornante)
$14,041,000 - Paul Signac (Cassis. Cap Canaille)
$14,007,840 - Frans Hals (PORTRAIT OF WILLEM VAN HEYTHUYSEN...)
$13,802,500 - Kees Van Dongen (JEUNE ARABE)
$13,760,000 - Marc Chagall (Le Grand Cirque)
$13,595,000 - Anthony Van Dyck (SELF PORTRAIT)
$12,814,830 - Bernardo Bellotto (Rome - The Forum with the Temple of Castor...)
$12,404,250 - Andrea Mantegna (THE MADONNA AND CHILD)
$12,055,340 - Lodovico Carracci (Salmacis and Hermaphroditus)
$11,655,500 - Jackson Pollock (Number 12, 1949)
$11,574,560 - Theodore Gericault (Portrait d'Alfred et Elisabeth Dedreux)
$11,259,370 - Peter Doig ( (White Canoe)
$11,040,000 - Guanzhong Wu (A Village of Xishuangbanna)
$10,883,780 - Natalia Goncharova (Les fleurs)
$10,681,000 - Tom Wesselmann (Great American Nude N0. 48)
$10,368,790 - Rene Magritte (Le prétre marié)
$10,344,000 - Andrew Wyeth (Ericksons)
$10,162,500 - Philip Guston (BEGGAR'S JOYS)
$10,162,500 - Georges Braque (La Treille)
$10,162,500 - Hendrick Brugghen (BAGPIPE PLAYER IN PROFILE)
$10,121,000 - Piero Manzoni (ACHROME)
$ 9,906,000 - Bruce Nauman (Henry Moore Bound to Fail)
$ 9,840,000 - Donald Judd (Untitled, 1977 (77-41 Bernstein)
$ 9,673,000 - Edward Hicks (THE PEACEABLE KINGDOM WITH THE LEOPARD...)

martes, 7 de septiembre de 2010

Pintura Mexicana, 1946

David Alfaro Siqueiros (1896-1974)

Diego Rivera (1886-1957)

José Clemente Orozco (1883-1949)

El fenómeno artístico que surgió en nuestro siglo y que hoy día se conoce como la “pintura mexicana contemporánea”, lo más potente y original, lo que representa una verdadera culminación del arte moderno de Occidente, es la pintura mural, que quizá no del todo casualmente se ha producido en América. Esto no quiere decir que se resten los méritos que auténticamente tiene nuestra pintura de caballete, pero hay que recordar que la pintura mural tiene un rango de primacía en la cultura, que le dan las cualidades mismas que necesita tener y que exige del artista que se atreva con ella.

Lo excepcional de la pintura mural mexicana de nuestro siglo es haber llegado a expresar con libertad sin precedentes, las visiones del mundo particular de los artistas, en esa forma pública y monumental, expresión que antaño había estado inmersa en la tradición religiosa, permitiéndose, a lo sumo, escapes al campo también tradicional del paganismo clasicista. La individual comprehensión de un sentido de la vida y el arte, según las varias penetraciones de los pintores, jamás se había expresado en la forma monumental en que se ha hecho en México. Claro está que de la calidad y penetración de la intuición del artista depende que su propia visión y expresión sea certera y por lo tanto con sentido universal. La armonía entre el componente estético y el teorético, la novedad y la fuerza vital es lo que hace que la pintura mural mexicana sea lo que es: una de las grandes expresiones de la cultura universal contemporánea.

Veintitantos años después de iniciado el movimiento, incubado mucho antes, podemos dar fe de que sus principales iniciadores son los que han continuado y mantienen en vilo, lo que representa, a mi juicio, la mejor aportación de México a la cultura del siglo XX. Orozco tiene en proceso una gran obra, la pintura de bóvedas y muros de la Iglesia del Hospital de Jesús, hoy día retirada del culto, de la cual ha terminado dos grandes tramos, el coro y un entreje; con lo que ha ejecutado allí hasta ahora es suficiente para comprobar no la madurez, sino la propia renovación del maestro que con esta sola obra renueva, a mi parecer, toda la pintura barroca y en la que, por medio de una metáfora apocalíptica nos habla, siempre con sentido crítico, de nuestro tiempo. No es de extrañar que se le haya otorgado por ella el Premio Nacional de Artes Plásticas-1946. Rivera tiene en proceso sus pinturas de los corredores del Palacio Nacional en que con sin igual maestría está completando su visión del pasado indígena, para continuar con otros aspectos de nuestra historia. Siqueiros, quien más activo que nunca en la pintura mural ha producido en estos años importantes obras, tiene en proceso la decoración de la escalera del antiguo edificio de la Ex-Aduana, en la plaza de Santo Domingo, que promete ser, por lo que lleva realizado, quizás su obra de mayores vuelos. Otros artista como Juan O’Gorman y Rodríguez Lozano han pintado también murales en los últimos tiempos. En suma, puede decirse, que la pintura mural continúa dando sus mejores frutos y que aún puede sorprendernos con novedades.

En cuanto a la pintura de caballete ha seguido y sigue el derrotero natural que podía esperarse de un ambiente conmovido por las hazañas de los pintores murales y de grupos de artistas con carácter propio, cualidades innatas y diversidad en su preparación y edades: lo cierto es que, en primer lugar, también en este aspecto del arte los grandes pintores muralistas, Orozco, Rivera y Siqueiros han contribuído y siguen contribuyendo con lo mejor de la producción, si bien aquí otros artistas se elevan a los más altos planos. Rufino Tamayo, Julio Castellanos, Jesús Guerrero Galván, Juan O’Gorman, Manuel Rodríguez Lozano, Carlos Orozco Romero, Agustín Lazo, Roberto Montenegro, Antonio Ruiz, Gabriel Fernández Ledesma, Federico Cantú, junto con los de otras generaciones anteriores, Francisco Goitia y el Dr. Atl, son los pintores que tienen ya una formación y una obra que merecen ya la reconocida reputación de que gozan.

Hay que considerar en su justo sitio y valor las obras de las pintoras, María Izquierdo, Frida Khalo y Olga Costa, las cuales muestran o expresan mundos diversos, según su propia sensibilidad y representan positivos valores.

De otras generaciones posteriores, José Chávez Morado y Raul Anguiano se encuentran muy cerca de llegar a los primeros sitios y los más jóvenes, Como Juan Soriano, Martínez de Hoyos, Guillermo Meza y otros, hacen sus armas después de haber alcanzado grandes y prematuros aplausos.

A veces se quiere juzgar la pintura mexicana atendiendo a las obras de los más inexpertos para negar desde ahí los valores auténticos, pero dígase lo que se quiera, no hay hoy día, fuera de México, otro país que cuente con las grandes figuras de la pintura universal que, milagrosamente, surgieron allí, ni con un grupo de pintores tan distinguidos que pueden rivalizar con ventaja con los de su misma fuerza, en donde sea, porque tienen calidades tales que sus obras no pueden pasar inadvertidas y en cuanto a aquellos que “ya mero son”, representan el ejemplo que ha de tener ante sí cualquiera que se sienta vocado al difícil arte de la pintura.

México ha conquistado por el valor intrínseco de su arte contemporáneo el lugar de importancia en la cultura universal que le corresponde como creador de una expresión original y monumental, no sólo a tono con el tiempo, sino con porvenir y América puede ufanarse por eso de expresar una madurez que cambia el sentido de la historia

Justino Fernández


Justino Fernández García nació en 1901 y murió en 1972, doctorado en historia por la UNAM. Escribió diversos textos que se han considerado imprescindibles en la comprensión del arte mexicano, fue crítico de arte e investigador, laboró en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM de 1936 a 1968, del cual fue director de 1955 a 1968.