domingo, 10 de abril de 2011

La vanguardia


Sin entrar a considerar las condiciones socio-políticas que produjeron la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y que en no poca medida influyeron en el nacimiento y posterior desarrollo de la más grande revolución plástica de todos los tiempos que va a cambiar para siempre la forma de hacer y entender un nuevo arte que tenía su antecedente inmediato con los post-impresionistas y otros artistas anteriores que de manera aislada, a través de sus trabajos, fueron decisivos en la nueva formulación de colores y contenidos que los van a colocar como precursores de ese nuevo arte que ha de traer consigo el siglo XX. En este nuevo siglo del cual muchos fuimos testigos de la mayor revolución estética nunca antes vista y en donde serán desmontados siglos de una manera de hacer arte y que trajo como consecuencia la mayor revolución estética de la historia cuyo sello distintivo será el progresivo abandono de un arte imitativo para dar paso a una expresión nacida de la emoción y el sentimiento.

La exposición universal de París de 1900, que duró desde el 15 de abril al 12 de noviembre fue el punto de arranque para que esta ciudad se convirtiera en el centro de diversos movimientos artísticos que iban a dominar el escenario plástico durante casi medio siglo. Aquí tuvieron su desarrollo la mayoría de las nuevas corrientes plásticas y aquí también se les dio acogida a numerosos artistas, que además fueron apoyados para expresarse y exponer sus obras sin ningún tipo de limitaciones, en una ciudad, donde está documentado que en los primeros cincuenta años del siglo XX existieron unas 130 galerías en las que expusieron unos 60,000 artistas

Conscientes de formar parte de una revolución artística en la que se encontraban algunos de los más notables creadores del momento, muchos de estos artistas trabajaron en grupos de mayor o menor extensión y así contribuyeron al desarrollo de nuevas formas de sentir y hacer un arte en el que los más variados estilos van a sucederse con una velocidad nunca antes vista en la historia del arte.

En 1905 nació oficialmente en Paris el fauvismo, en el Salón de Otoño y al año siguiente alcanzó su punto culminante en el Salón de los Independientes, iniciándose así una nueva forma de hacer que fue decisiva en el posterior desarrollo de la pintura y el arte en general del siglo XX y que es justamente el punto de partida de lo que hoy conocemos como el arte contemporáneo.

Con los fauves y su particular uso del color, nunca antes visto, comenzaron los mayores cambios en la expresión de una nueva y hasta ahora desconocida belleza que va a exigir a los espectadores un cambio de actitud ante las nuevas creaciones.

Roberto Cayuso





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