lunes, 27 de diciembre de 2010

La pintura cubana (primera parte)

Víctor Manuel (1897-1969) "Los novios"
01-Vida y muerte de la mulata por Víctor Patricio Landaluze

Hace casi un siglo que se inició el movimiento moderno en la pintura cubana. Movimiento que ha sido considerado por la mayoría de los especialistas como el período más importante y creativo de toda la plástica cubana. Anteriormente le antecedió un largo proceso de coloniaje español que duró casi cuatro siglos. Durante parte de esa época, desde el siglo XVI hasta finales del siglo XVII, fueron hechos algunos grabados de temas cubanos realizados por artistas europeos, muchos de los cuales jamás habían estado en Cuba. En las postrimerías del siglo XVIII surgen en el panorama nacional dos artistas nacidos en Cuba: Francisco Javier Baez (1746-1828) y Manuel Antonio Parra (1768-?), hijo de Nicanor Parra, que realizó los grabados para el libro de su padre sobre los peces en Cuba.

Posteriormente en el siglo XIX llegan a Cuba, atraídos por el desarrollo de la industria del tabaco y el movimiento gráfico que ello provocó, figuras como Hipólito Garneray (1787-1858), Federico Mialhe (1800-1868), Eduardo Laplante (1818) y James Gay Sawkins (1806-1879) entre otros.

En la pintura específicamente podemos citar a artistas como José Perovani (1765-1835) y Juan Bautista Vermay (1786-1833), este último primer director de la Escuela San Alejandro, fundada en La ciudad de La Habana en 1828. En el propio siglo XIX llega de España el pintor Víctor Patricio Landaluze (1826-1889), interesado en los temas costumbristas sobre todo en el mundo de los esclavos negros. Además de pinturas hizó ilustraciones, caricaturas y las famosas marquillas para tabacos como la conocida serie “Vida y muerte de la mulata” -ver ilustración 01- en las que colaboró Landaluze.

De los primeros pintores nacidos en Cuba tenemos en el siglo XVIII y primera mitad del XIX a Nicolás de la Escalera (1734-1804), Juan del Río (1748-?), Tadeo Chirino (1717-1791) y Vicente Escobar (1762-1834). En la segunda mitad del s.XIX arriban a Cuba extranjeros como Eliab Metcalf, Henry Clenewerk (1818-1901) y Valentin Sanz Carta (1849-1896). Cubanos como los hermanos Chartrand, los Melero y los Menocal, constituyero verdaderas familias de pintores y otros como Guillermo Collazo, Armando Menocal, Leopoldo Romañach, etc., también fueron destacados artistas de la época que con sus trabajos ayudaron a cohesionar e ir dándole una fisonomía propia al incipiente movimiento plástico cubano.

Ya inaugurada la república en 1902, y entrando a fines de la década de los diez, la academia cubana comienza a perder su influencia en el quehacer artístico cubano sobre todo a partir de la renovación artística que en europa trajeron los impresionistas, postimpresionistas, fauvistas, cubistas y expresionistas y que tuvo gran repercusión en Cuba. Artistas formados dentro de la Escuela Nacional de Arte San Alejandro, de La Habana, como lo fue Víctor Manuel (1897-1969), que hacia 1917 empieza a apartarse de los estrechos cánones estéticos de la academia y comienza a hacer una pintura más moderna y espontánea. La caricatura y la ilustración gráfica jugaron un papel más de avanzada que la pintura. Rafael Blanco (1885-1955) hace obras de estilo expresionista a fines de la década de los diez, mientras Conrado Massaguer (1889-1956), hacía caricaturas muy modernas para la revista Social en la década de los veinte; pero no fue hasta 1927 con la Exposición de Arte Nuevo que presentó la Revista de Avance en 1927, que el arte moderno en Cuba se vistió de gala con la muestra de obras de Víctor Manuel, Eduardo Abela (1889-1965), Carlos Enríquez (1900-1957) y otros muchos que en ese momento formaban parte de lo mejor de la vanguardia cubana.

Fueron las revistas de Avance y posteriormente Orígenes dos de las más importantes publicaciones de la época y tuvieron un papel primordial en el movimiento cultural de entonces. Críticos como Guy Pérez Cisneros, Lezama Lima, Gómez Sicre, Jorge Mañach, Edmundo Desnoes, etc. realizaron una labor enorme dentro y fuera de Cuba para la difusión y valoración de la nueva pintura.

Roberto J. Cayuso

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