lunes, 14 de diciembre de 2009

El cubismo

Fernand Leger (1881-1955)

Georges Braque (1882-1963)

Pablo Picasso (1881-1973)

Los primeros en comprender e interpretar con intransigencia y extremismo la lección de Cézanne fueron Picasso, Braque y Léger. La retrospectiva de Cézanne en el Salón de Otoño en 1907, un año después de su muerte, les impresionó vivamente. Justamente en ese mismo año de 1907 Picasso, termina su gran obra les demoiselles d’Avignon. Esta pintura es la que algunos sitúan como la primera obra con la que se estrena de manera oficial el cubismo dentro de lo que posteriormente va a conocerse como el "período Cezanniano". Esta primera fase del cubismo está comprendida dentro de los años 1907 a 1909.

Entre los años de 1909 a 1911 surge el "cubismo analítico", en donde lo que se representa no es ya una traducción a pintura de lo que se ve en el mundo real. Por el contrario durante este período los cubistas se orientaron hacia la representación de las cosas no como las vemos, sino como se sabe que están construídas, es decir, en su estructura esencial, o lo que es igual, en sus formas básicas. Unieron en un mismo cuadro distintos aspectos del objeto reproducido y redujeron el empleo del color, dándole preferencia al uso de los grises y las tierras. Sobre el lienzo analizaron los objetos y los descompusieron. Toda alusión al mundo real quedó minimizada, aunque sin perder la referencia de los objetos de nuestro mundo circundante, pues no concibieron la abstracción pura en esa nueva forma creativa

Entre los años de 1912 y 1913 el movimiento cubista entra en su última fase conocida como el "período sintético" en el que un grupo de artistas aplicaron sobre la superficie del cuadro materiales y objetos de todo tipo, surgiendo así el collage. Papeles de periódicos, maderas, cartones, y muchas otras cosas de nuestra realidad cotidiana, fueron utilizados por primera vez en la construcción de sus cuadros creando así lo que llamaron la pintura-objeto, es decir un objeto creado por el artista, en oposición al objeto real que a diario vemos en nuestro mundo circundante. De esta forma la autonomía de la pintura, respecto al motivo externo, quedaba garantizada y además rompían así los límites hasta entonces infranqueables, entre el arte y la vida. Porque el cubismo más allá de su fase, analítica o sintética, es como lo definió el poeta Pierre Reverdy: ...”un arte eminentemente plástico, un arte creador y no un arte reproductivo o interpretativo.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario